Spoiler: no es que no te escuche… es que no te entiende (todavía)
“¡Le hablo y no me da bola!”, “Antes venía cuando lo llamaba, ahora ni me registra”, “Debe tener sordera selectiva… porque cuando abro la heladera aparece mágicamente”.
¿Te suena familiar? No, tu perro no te está ignorando porque sí (ni está planeando dominar el mundo a tus espaldas). Lo más probable es que simplemente no haya aprendido a asociar tu señal con la acción que esperás. Es decir: no habla humano… todavía 😅
Vamos a desmenuzar esta situación tan común 👇
No es desobediencia, es falta de aprendizaje
Tu perro no nació sabiendo lo que significa “sentate”, “vení”, “bajate” o “esperá”. Tampoco tiene una obligación moral de entenderte “porque te lo pedí yo”.
Cada palabra que usás es un estímulo discriminativo, es decir, tiene que estar asociada a una acción y a una consecuencia clara (lo que pasa después de que la hace).
🔍 Si tu perro no responde, puede que:
🔸 No haya aprendido todavía esa palabra.
🔸 Estés usando siempre una palabra parecida cada vez.
🔸 Estés compitiendo contra estímulos mucho más interesantes (hola paloma, hola olor a asado).
🔸Haya decidido apagar sus oidos porque el 99,99% de lo que le decis es puro ruido (o sea, que le hablás mucho, mucho)
¿Y entonces? ¿Qué hago cuando “no me escucha”?
Acá van algunas cosas que podés revisar antes de pensar que tu perro se volvió un adolescente rebelde por placer:
👉 1. ¿Aprendió la conducta en contexto neutro?
No le pidas a tu perro que venga si nunca lo enseñaste en casa sin distracciones. Sería como pedirte a vos que hables fluido japonés porque hiciste Duolingo una vez.
👉 2. ¿La señal siempre fue la misma?
Si un día decís “vení”, al otro “dale” y al otro “¡VAMOS QUE TE VOY A DAR UN PREMIOOO!”, no hay coherencia lingüística, amiga 😉.
👉 3. ¿Lo reforzás cuando hace las cosas bien?
Esto no es magia. Si tu perro viene y no pasa nada bueno, ¿por qué querría volver a hacerlo?
Bonus: el mito del perro testarudo
Te lo digo así, sin vueltas: tu perro no es testarudo. Lo que pasa es que estamos pretendiendo que piense como un humano, y piensa como perro y encima, sin enseñarle lo suficiente para que pueda hacerlo.
No se trata de que “te respete” o “te obedezca porque sos su líder”, sino de que entienda TU idioma con claridad.
¿Querés que tu perro empiece a escucharte de verdad?
Empezá por enseñarle en casa, en situaciones tranquilas, con refuerzos claros (sí, incluye algo rico y no.. el balanceado no es algo rico). Después pasá al patio, la vereda, la plaza… y así vas subiendo el nivel 🧠✨
Cuando tu perro falla, no es personal: es falta de entrenamiento o exceso de estímulos.
En resumen..
No, tu perro no tiene sordera selectiva. Tiene todas las ganas de hacer las cosas bien, pero necesita que le enseñes con claridad, progresión y un buen refuerzo.
Y si todavía estás renegando, no te preocupes. A todas nos pasó alguna vez. Lo importante es no quedarse en el “me ignora”, sino hacer algo al respecto. Acá estamos para ayudarte✨